martes, 24 de febrero de 2009

Música ¿de amor? - Rosa I. Tepale T.

Las canciones de amor son una de las principales conexiones con el sentimiento. Muchas de sus letras exponen casos que hacen “click” con las emociones y el carácter. De ahí que una letra te haga gozar, aunque a casi nadie le guste o te parezca insignificante, pese a que la pidan y la pidan en la radio.
Pero hay un caso curioso, el de ciertas canciones de “amor” que más bien parecen discursos de codependencia, egocentrismo e incluso resentimiento.

HABLANDO DE ESO

Un ejemplo claro es aquella tonada de despecho retorcido, La Planta del grupo mexicano Caos. No tiene ni un solo piropo, más bien trata de esconder un dolor entre la burla, y se vale de la metáfora, para no lanzar el insulto. Y sin embargo lo lanza. También se puede mencionar la línea de un gran compositor Ricardo Arjona: Tu reputación son las primeras seis letras de esa palabra… El mensaje se lanza sin ofender, y de hecho la canción completa es un halago.

MÁS ALLÁ DE LO LITERAL

Hace tres o cuatro décadas, parecía haber muchas metáforas, imágenes, incluso poesía en las canciones románticas. Aunque todavía hay manifestaciones frescas de esta tendencia, es cierto que la sutileza no es ya muy frecuente elemento para hacer canciones.
Se pone un buen ritmo, se buscan palabras con rima o historias divertidas o a veces sin sentido y se transmite lo que presuntamente se quiere: una idea que todos comprenderán de manera jocosa.
La aceptación evidentemente es grande, al tratarse de líricas que muchos desean cantar para hacer escapar lo que se tiene guardado dentro, porque nadie con sentido común se atrevería a dedicarlas directamente.
Al mismo tiempo se trata de una forma natural de componer, pues responde a la necesidad de los compositores de disfrutar de lo que se hace, además de un estilo marcado, porque cuando no existe el estilo, se hace un tema, y luego de los cinco minutos de fama se acabó la inspiración.
Al respecto se puede mencionar la declaración de Kabah sobre la canción La calle de la sirena, que fue el tema que hizo que el grupo saliera al mundo. Sus integrantes aceptaron que nunca imaginaron el revuelo que causarían con tanta alucinación dentro de un tema. Hay quienes son más sutiles y llenan las líricas de mensajes que al final sólo los entienden ellos y sus compañeros de grupo. Por ejemplo, aquellos que comparan las hamburguesas y la comida con las mujeres… y eso no lo sabe nadie.

¿AFECTA LA MENTE?

¿Se premia la creatividad o somos lo suficientemente masoquistas como para aceptar esos mensajes y tararearlos por doquier?
Es como si se le tuviera miedo a ser tachado de “cursi”. Antes que eso parece mejor aparentar ser “cool”. Ni una ni otra cosa, la verdad es que lo grandioso es no tener miedo de expresar lo que en realidad gusta y lo que sientes. Si es amor sano, generará buenos sentimientos internos y también una actitud favorable en otros.
La psicóloga Ninneth Morales dice que el efecto de la música es relativo: “Depende, ya que las canciones son un medio de expresión. Y nos permiten expresar frustraciones, enojo, cólera, tristeza, dolor. Más que la personalidad, el hecho de escucharlas se dirige hacia las emociones que se conectan con el contenido o con el significado que tenga para cada uno. Si la persona lo repite, para desahogarse y eliminar el sentimiento de enojo o frustración, puede ser curativo. Pero si es incrementa el sentimiento negativo, puede ser dañino para la salud emocional. Por lo que si se tienen sentimientos negativos y se dificulta manejarlos, se recomienda buscar a un profesional”, dice.
También se puede apreciar el punto de vista cultural antes de juzgar a alguien por escuchar ciertas baladas de moda con ritmo contagioso, frases aisladas y efectos digitales, que a fin de cuenta son otra manera de expresión. Habría que tomar en cuenta esto también, pues, mientras hay artistas que dicen groserías a propósito como malsana forma de publicidad. Por supuesto, existen géneros como el rap, o el hip hop que no podrían ser de otra forma, porque perderían algo de esencia.
En todo caso hay que tener cuidado con lo que se canta y lo que se escucha asiduamente, pues a fin de cuentas, la música de esta década no es la única, por más abundante que parezca. Otras generaciones se han enamorado y también han expresado su desencanto, celos, frustraciones y perdón a través de mensajes artísticos y que nunca pasan de moda.
Pero, ustedes ¿qué escuchan? Esperamos sus comentarios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola,
creí q ya no sacaban su revista, veo q si y me parece bien. No estoy segura de q seas tù la misma persona q esacribio el de No puedo soy mujer pero creo que si porque es el mismo correo. bueno, solo querà decirte q me da gusto q escriban chavass sobre lo q nos pasa a chavas y q haya una revista como la de ustedes en la que podamos leer y expresar esas cosas. Este articulo de la musica no me gusto mucho porque no me gustan esas canciones pero me ghusto porque si no había visto las canciones de esa forma y lo leí porque una amiga consiguio la revista y me lo presto y le dije q yo tenia numeros anterioores porque unos chavos la repartian el zocalo. Creo que deberian tener un punto de venta de la revista o que la reista diga donde se puede conseguir.
Bueno eso es todo lo q tengo qu decir. Sigue escribiendo.