
No puedo... soy mujer
I
“Te tocó ser mujer… ni modo, ahora te aguantas…” Eso me dijo mi padre, me lo dijo un día que llegué ahogada en alcohol a mi casa, estaba tan enfurecida, la boca me rabiaba, no por los golpes que me había dado, o por las marcas que el cinturón había dejado en mi espalda, poco me importaban los moretones de las piernas y el diente fracturado, nada de eso me preocupó.Sin embargo… (En aquel momento) odié a mi padre, lo maldije y renegué de el, la sangre subía a mi cabeza, mis pupilas se dilataban y mi respiración era cada vez más profunda, en aquel momento, y por más que trataba de calmarme, por más que trataba de calmarme… no pude, no aguanté, entonces lloré, lloré y lloré, como una niña a la que han arrebatado su muñeca, lloré de pánico, de desesperación, lloré de impotencia, de pena, lloré… como una mujer.
II
“Vamos a Chiapas” -me dijo un amigo-, “gracias, pero no me dejarían” -le respondí-, “es solo un semana, no te costara nada, irán algunos amigos más y si puedes tú, sabes que es con amigos, estás en confianza, no tienes por que preocuparte”, -mi amigo insistió-.
“Muchas gracias pero no”, y así continuó hablando y me convenció, sólo que ahora me preocupa hablar con mi papá.
“¡Oye dame permiso! Pepe me esta invitando, tú lo conoces bien, anda por favor”. “Ya te dije que no, tú no irás a ningún lado ellos pueden cuidarse solos, pero tú…” “¿yo qué? ¿Yo qué?” “Tú eres mujer”.
Y entonces el odio que sentí aquel día de mi paliza regresó y volví a renegar de él, volví a maldecirlo, volví a llorar, a llorar como mujer.
“Muchas gracias pero no”, y así continuó hablando y me convenció, sólo que ahora me preocupa hablar con mi papá.
“¡Oye dame permiso! Pepe me esta invitando, tú lo conoces bien, anda por favor”. “Ya te dije que no, tú no irás a ningún lado ellos pueden cuidarse solos, pero tú…” “¿yo qué? ¿Yo qué?” “Tú eres mujer”.
Y entonces el odio que sentí aquel día de mi paliza regresó y volví a renegar de él, volví a maldecirlo, volví a llorar, a llorar como mujer.
III
“¡Tengo hambre, sírvanme! Desde hace rato que llegué y no puedo creer que aún no tengan preparada la mesa”. Ésta es la frase que todos los días repite mi padre, y mi mamá le contesta “ya esta lista, siéntate”, entonces las mujeres nos encargamos de poner los manteles individuales, platos, cucharas y todo lo que se requiere, además de servir. Por su puesto, primero atendemos a mi padre, después a mis hermanos y al finalmente mi mamá y yo nos sentamos a comer.
En lo que realizamos todo ello, yo sólo veo como aquellos feroces machos desgarran la carne con sus dientes, como cortan las tortillas, la forma tan tosca de tomar las cosas, también veo como trituran la comida, escucho como sus dientes roen los totopos y como suenan sus bocas, el sonido cada vez se hace más agudo, más, más y no lo soporto, quisiera gritarles que ya no siguieran, que se callen, pero entonces “¡Sofía, Sofía, las tortillas!”, regreso de mi trance, regreso a mi realidad.
“Necesito soldar la tubería del baño, hay una gotera. ¡Debe hacerse hoy! ¿Quién puede ayudarme?” -Pregunta mi padre dirigiéndose a mis hermanos-. “tengo cosas que hacer”, -dice el primero- “y yo ya tengo un compromiso”, -dice el segundo-.
“Necesito soldar la tubería del baño, hay una gotera. ¡Debe hacerse hoy! ¿Quién puede ayudarme?” -Pregunta mi padre dirigiéndose a mis hermanos-. “tengo cosas que hacer”, -dice el primero- “y yo ya tengo un compromiso”, -dice el segundo-.
“Yo puedo ayudarte papá, te he visto hacerlo antes y creo que puedo hacerlo” “¡jajajaja! hay Sofí, si el agua para el café se te quema, y la de limón se te amarga ¿cómo crees que podrás soldar? No, no, no, mejor lo hago solo, lo único que harás es estorbarme, vete con tus amigas al café… corre, te doy permiso”.
IV
¡Papá, papá, papá! Cómo decirte que te amo, decirte que te admiro y que gracias a ti soy una persona de bien, bueno, creo que sabes que te respeto, pero… Hay una cosa. Fuiste mi mejor ejemplo a seguir, gracias a ti soy toda una profesionista, soy exitosa, soy emprendedora. Esto es lo que me guustaría decirle a mi padre, pero ¡es tan complicado hablar con él! pues lo respeto y también le temo.
Con el tiempo mi trabajo fue reconocido, tanto que me dediqué a dar conferencias a empresas y universidades, daba platicas sobre el valor humano, lo moral, lo material y lo espiritual y la esencia del ser humano, por lo mismo casi no veía a mis padres pero a diario les hablaba por teléfono para saludarlos.
“¿Cómo están todos? ¿Qué hay de novedad mamá? ¿Cuéntame como esta mi papá?” “Mal, muy, muy mal, hablaste en el peor momento, tu padre está demasiado enojado y no quiere hablar con nadie, tu hermano menor ya se juntó, la embarazó y fue lo primero que le dijimos, el mayor se metió en un problema pasó a endrogarnos, chocó el coche nuevo y afectó a otros dos, se largó para México, no sabemos nada de él, y tampoco sabemos que vamos a hacer”, “no te preocupes mamá yo les voy a ayudar. Tengo un dinero ahorrado, muy aparte de lo que te enviaba para que me lo guardaras, se los voy a dar para pagar su deuda y de lo otro ya para que hablar…” “Gracias hija, muchas gracias”
Con el tiempo mi trabajo fue reconocido, tanto que me dediqué a dar conferencias a empresas y universidades, daba platicas sobre el valor humano, lo moral, lo material y lo espiritual y la esencia del ser humano, por lo mismo casi no veía a mis padres pero a diario les hablaba por teléfono para saludarlos.
“¿Cómo están todos? ¿Qué hay de novedad mamá? ¿Cuéntame como esta mi papá?” “Mal, muy, muy mal, hablaste en el peor momento, tu padre está demasiado enojado y no quiere hablar con nadie, tu hermano menor ya se juntó, la embarazó y fue lo primero que le dijimos, el mayor se metió en un problema pasó a endrogarnos, chocó el coche nuevo y afectó a otros dos, se largó para México, no sabemos nada de él, y tampoco sabemos que vamos a hacer”, “no te preocupes mamá yo les voy a ayudar. Tengo un dinero ahorrado, muy aparte de lo que te enviaba para que me lo guardaras, se los voy a dar para pagar su deuda y de lo otro ya para que hablar…” “Gracias hija, muchas gracias”
V
“¡Hija, bienvenida! Ya te extrañábamos y felicidades por el libro que publicaste”, Sí ma, mañana es la presentación, toda la familia tiene que ir.
“Hoy es una gran noche, la gran presentación de mi libro, es un honor para mi estar acompañada de todos ustedes y de mi familia, estoy nerviosa pero sé que todo saldrá de maravilla”.
“¡Felicidades, maestra!” Nos felicitan a mí y a mis padres. “Señor tiene una excelente hija, no cabe duda que aparte de ser muy inteligente es una gran persona ¡y aparte se parece tanto a usted!”
“Gracias, muchas gracias. Usted tiene razón maestro, ella… es como yo”
“No papá no soy como tú, yo nunca podré ser como tú, por que… ¡por que soy mujer!
“Hoy es una gran noche, la gran presentación de mi libro, es un honor para mi estar acompañada de todos ustedes y de mi familia, estoy nerviosa pero sé que todo saldrá de maravilla”.
“¡Felicidades, maestra!” Nos felicitan a mí y a mis padres. “Señor tiene una excelente hija, no cabe duda que aparte de ser muy inteligente es una gran persona ¡y aparte se parece tanto a usted!”
“Gracias, muchas gracias. Usted tiene razón maestro, ella… es como yo”
“No papá no soy como tú, yo nunca podré ser como tú, por que… ¡por que soy mujer!
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