

Creo que si dios quisiera un festival le gustaría que fuera así. Y este fue, por mucho, el mejor festival múscial realizado en México en mucho tiempo. Y no sólo por las bandas, si no por la organización en general. (Claro dejando en cuenta los detalles en los que interviene directamente dios, como la lluvia). Desde la entrada podía notarse la buena organización, por ahí los tiras, por allá el stand de sol (esta vez sin mamacitas a las que me tenía acostumbrado) regalando chelas y la mayoría tirándolas a un ladito, pues eso de echárselas de un trago pues cómo que no, y como no podía entrarse con ninguna clase de alimento ni bebida y menos embriagante… me hacía pensar, chale, si adentro la mota corre como Pedro por su casa.
Pero bueno, le entré y ya ahí la ambientación se veía chida, interesante, aunque tanto pues era de día las luces que son siempre lo más llamativo, no se notaban lo suficiente.
Había ambientaciones de varios tipos, unas como islas con palmeritas que daban sombra , una como tienda de campaña, también para llegarle a la sombrita, dos como barcitos que llevaban pa promocionar al chesco patrocinador, de los cuales uno era completamente de hielo, semejando a un iglú y al que solo te dejaban entrar con tu brazaletito que hacia las veces de identificación oficial (y que yo, por pendejo, olvide). Entrándole más se llegaba a uno de esos trailersotes con pantallas luciendo los logotipos de la caja X360, verdes y con una “X” grandota que la hacia de compuerta por donde se veía fluir a la colota de nerditos formados para jugar Guitar Hero III y, aunque la neta habría estado chingón, no me animé a formarme una hora nomás pa jugar 15 minutos, eso si no me mataban a los 10 segundos. Pero bueno, me seguía pareciendo muy chingón, imagínense que tan bueno estaría que hasta los tacos del tacañon(como se les llama en estas ondas y que son materia prima constante en esta clase de eventos) me supieron chidos, nomás pa dar el chisme completo estaban de a 35 varos la orden con tres: uno al pastor, uno de alambre y uno de chuleta; bueno, también hay que ser objetivos, estaban algo toscos y con copia y yo creo por eso no se acabaron aunque se veían atascados de gente. Pero igual chido, porque llegabas pagabas y te los servían en calor, no como en el Manifest pasado, que no se quien chinga tuvo su regresión y se le ocurrió hacerle como en la primaria con una especie de quermess: una fila para los boletitos o vales y otra pa la comida. Qué poca madre ¡más una hora formado y no alcancé más que un chesco! Porque cuando por fin fue mi turno ya no había nada de tragar y apenas eran como las 6pm y no pensaba salirme hasta que terminara todo el relajo, o sea, mínimo después de las 11 y media razón por la cual tuve que aplicar la de sin susto y caerle a los de cesto a la salida.
Pero bueno, me estoy desviando de mis objetivos y, retomando, ya en los escenarios el sonido estaba muy chido (no cómo en la explosión grupera jeje. Heber, a ver cuando nos llevas de nuevo eh), aunque lo más atractivo no pudo escucarse si no hasta el final, de todos modos el ruido para todas las bandas se mantuvo con muy buena calidad, muy por encima de otros festivales, como el Corona Fest de cada año en el Estadio Azteca.
En fin, yo le caí como a las cuatro, cuando estaba terminado Ely Guerra quien a pesar del paso de los años sigue pareciéndome bien sabrosa, y sí, tengo que mencionarlo, se le escapo uno de sus muy atractivos senos (entiéndase chicharrones). Para que el recuerdo no me atormente me paso a otro de los escenarios, en el que estaba Austin Tv haciendo lo suyo, y sí pues tocan bien, pero quién les dijo que se volvieran porta voces de toda una generación (porque eso dicen ser), quién les dijo que ellos pueden liberar a la banda, ¡qué no mamen, sinceramente!
Y en otro de los escenarios, la presentación de Bright Eyes, que estuvo genial cerrando con su éxito The firs day of my life y que fue la que más prendió a la banda, lo que pude apreciar muy bien con un chavo que estaba a mi lado y que pegaba unos brincotes y unos gritotes, bailaba, le hacia como que cantaba y eso que la canción derrama más miel que nada. Bueno, pues es parte del desenfrene. Mientras, ya en otro escenario ya hacia ruido The Faint, con un sonido que parecía una mezcla entre The Peche Mode y Belanova (por cierto, quién chingados es Belanova jejeje, chiste local). Después Kinky, que con su último disco que incluye “A dónde van los muertos” no tuvo tanto éxito como en los 2 anteriores, también estuvo jalando banda y fue en ese momento en que decidí ir a comer, acción intempestivamente interrumpida porque me di cuenta que en el stand del chesco patrocinador estaban regalando playeras con todo y el brazalete para entrarle al bar ese de hielo que les decía, pero chale, tampoco llevaba identificación y otra vez no me dieron ni madres pero, eso sí, me eché un buen tacote de ojo con la mamacita que estaba tomando los datos.
Ya con la pupila recreada, aunque sin playera, me retaché a los escenarios donde ya comenzaban una de las bandas que sí valía la pena: My Mornig Jacket que aunque oriunda del gabacho, es una muy buena banda por lo cual me chuté toda su participación a la que le siguió la banda EMO del momento, My Chemical Romance, y ,aunque no me late este “movimiento” (lo que no quiere decir este en contra), debo aceptar y, en aras de la objetividad, debo decir que si jalo banda por lo que tengo que agregar que no faltaron (más bien sobraron) los insultos a los EMOS, que no repito porque no tengo nada en contra, pero me latió una frase que gritaron: ¡el dios punk reclama su sangre! Jejeje.
Pero mi verdadero nirvana comenzó cuando en uno de los escenarios comenzaba la participación de una de las mejores bandas, estoy hablando de The Mars Volta, una agrupación que no sólo es buena si no que además cuenta, en mi opinión, con excelentes músicos, como es el caso de Omar Rodriguez guitarrista de nacionalidad boricua, o el vocalista Cedric Zavala que se avienta unos agudos de ¡no mames! y en esta ocasión los acompañaba un saxofonista que, junto con Rodríguez se estaban echando unos solos muy chingones, que consistían en una especie de retitas: Yo toco, a ver tú trata de sacarlos con el sax. Y claro que el del sax, los lograba. Generando lo que creo fue el momento cumbre de todo el festival, mientras tanto Cedric, además de lanzar al publico un platillo de la bataca con todo y soporte, se trepó a un brazo robótico de los que sostienen las cámaras de video y que esta vez también guardará imágenes de cómo este cabrón le escupía, luego, se aventó al publico y por si fuera poco, desamadró la manta que cubría la parte inferior del escenario. Sin dudas esta fue la banda por la que valió la pena el festival: The Mars Volta. Por cierto, esta parte ya se encuentra en el You Tube, se las recomiendo, claro, también les recomiendo a la banda, búsquenla. También debo decir que, no sé porque, es como si The Mars Volta estuviera confabulado con el paisano y grande dios de la lluvia Tlaloc, siempre que tocan llueve. Ocurrió, por ejemplo, en el Vive Latino y Corona Fest pasados.
Pero bueno, siguiendo con mi choro, el momento por mi más esperado, estaba por comenzar: sin importar que Mars Volta ocupará 15 minutotes más de su tiempo planeado, la banda se echó a correr porque en el otro escenario los Smashing Pumpkings, sí los SMASHING PUMPKINGS, después de más de una década de no presentarse en nuestra Tierra Azteca, después de desintegrarse, después de que Billy Corgan intentara si proyecto musical Swann (sí, como el jamoncito) otra vez estaban aquí (y era mi primera vez viéndolos en vivo y se sentía como mi primera vez), y aunque de los Smashing originales solamente estuviera Corgan, y aunque se aventara la mayoría de las canciones destrozadoras para clavados, aunque le faltaron las canciones patea traseros, aún así, valió la pena.
Me cae que este si fue un festival que valió la pena en todos los sentidos: salvo por los quince minutos de The Mars Volta, fue el festival más puntual al que ido, una muy buena organización, muy buen sonido, buenas bandas hasta las que no me gustan, y hasta la banda que asistió. Dios, más festivales como este. Ya solo me queda recomendarles que busquen a las bandas, ya sea en cualquier página web para descargar música o en el Myspace. Chido y nos leemos en la próxima edición.
Por Jesiko.